viernes, 12 de abril de 2013

S.M. el Viti, feria de abril de 1966, resumen de la faena al toro de D. Samuel Flores.





Una de las cumbres de la tauromaquia. La faena de El Viti en la Maestranza resultó ser un compendio de la levedad, la lentitud, y en lo importante, la irrupción del adorno como toreo fundamental, no accesorio. La ligazón de dos faroles con la mano izquierda en una serie que remata con sequedad, inauguran una época; adscrito al toreo charro, serio, monolítico y seco, El Viti lo fusiona con la gracia el adorno sevillano logrando lo dicho: que el adorno se inscriba en el toreo fundamental, el eterno. Aunque pajarea (corrige el sitio con pequeños pasos) no hay que olvidar que el toro de mitad del siglo pasado, aunque menor en tamaño, era uno con más nervio y movilidad, lo que imponía un toreo de esa magnitud; de allí lo difícil de ligar así dos faroles con la mano del toreo al natural, de allí la importancia de Su Majestad.

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