Rafael de
Paula, en uno de mis "dibujitos", los cuales hacía entre clase y
clase en mi época de estudiante de Graduado Social, allá por la segunda
mitad de los 80. Éste, lo he seleccionado en honor a mi querido primo hermano
D. Pedro Salado, quien ha seguido la pasión por la fiesta que heredó de su
padre, D. Pedro Salado Pichardo (q.e.p.d.).
Bienvenidos a Toros 2.0.
Hace ya algún tiempo, me
surgió la idea de dedicar un blog a mi afición, la Fiesta Nacional ,
aprovechando las nuevas tecnologías; afición que sin apenas darme apenas cuenta
iba perdiendo poco a poco por distintas razones.
No obstante, hace unos
días, reviví las emociones y sentimientos que, como aficionado al arte del
toreo, heredé de mi abuelo materno, D. Rafael Salado -que
era Currista y propietario, entre otras cosas, de Bodegas Salado-, y
al que sucedió en la tradición vitivinícola de mi familia materna mi tío Don
Francisco Salado, más conocido por Curro Salado, fallecido a principios del
pasado verano. No obstante, fue de mi tío Pedro Salado -fallecido en el año
2000-, mi alter ego, en la afición, de quien aprendí lo
poco que entiendo de toros -sin olvidar a mi abuelo Rafael-, pasando horas y
horas de tertulias infinitas de esencia y aroma de romero -¡cómo lo echo de
menos!-, a raíz de unos vídeos que vi de Curro Romero y Rafael
de Paula en youtube.
En efecto, y
aprovechando un descansito que hice cuando estaba preparando un
recurso de apelación, eché un cigarrito y reviví aquellos recuerdos
inolvidables. Es justo decir, que con mi abuelo Rafael pasé muchas horas
desde pequeñito, pero que fue un tanto "efímero” por razones de su
edad. En cuanto a mi tío Curro Salado, le gustaban también los toros, pero le
tiraba más la afición al caballo, quien ostento la dicha de compaginar la
crianza de los caldos y mostos, tan conocidos de Umbrete, con la cría de
caballos de pura raza española -Yeguada Bodegas F. Salado-; y, al que por
cierto, le fue otorgado el título de Ganadero del Reino.
!Cuánto te echo de menos!
Mi tío Curro, padrino de bautismo, y, además, de boda por parte de mi madre, Doña Dolores de la Victoria Salado Pichardo. Mi tía Dña. Isabel Romero, fue junto a él mi madrina; e, igualmente, y, por si fuera poco, madrina de boda de mi padre D. Sotero Pedro Romero Anguiano, apoderado y director jubilado de Banesto. Mi abuelo paterno, Don Diego Romero, también era muy aficionado, pero más algo quizás más "torista" (un poco al estilo del tendido 7 de Las Ventas) y, por ello, le gustaban de manera especial, y además, no se perdía los "Miuras".
Pero, mi tío Pedro, sí que no se
perdía ni una sola corrida (ni yo tampoco, para que se sepa la verdad, ya que a
estas alturas carecería de sentido ocultarla), quien siempre me localizaba en la Real Maestranza
con sus prismáticos, y, por mucho que me escondía por las gradas -al ser
estudiante en aquél entonces no quería que se enterará de ello mi madre, Doña
Dolores Salado, porque faltaba a clases de Graduado Social-, siempre
terminaba localizándome.
!Tío Pedro, tu aroma lo sigo sintiendo cada vez que piso el coso maestrante!
D. Pedro Salado Pichardo, presenciando una corrida en la plaza de la Real Maestranza de Caballería, a quien he querido dedicar mi más emotivo recuerdo
a lo largo de estas breves, pero, sentidas pinceladas.
Pues bien, tuve la gran
suerte de vivir en primera persona y en vivo y en directo en el coso maestrante
del baratillo, junto a primo Pepe Salado, aquel eterno e inolvidable
tercio de quites, en una corrida en la que Curro Romero compartía cartel
con Manolo Vázquez y Rafael de Paula !casi ná!, allá
por el año 1982. Curro dibujo unas verónicas prácticamente a cámara
lenta para rematar con una gran media; Manolo Vázquez, dio unas tres o
cuatro chicuelinas a pies juntos, citando al toro que
estaba en la barrera del 4, y tirándole la montera. Qué bonito y
espectacular cómo se arranco desde lejos y Manolo sin inmutarse aguantó la
embestida impávido: ¡olé, olé y olé! Rafael, dio el broche de oro. Por aquel
entonces, yo todavía era prácticamente un niño y, sin embargo,
recuerdo perfectamente el traje de luces de azabache y color verde
esperanza que lucía. Los tres tuvieron que desmonterarse y saludar, y
hasta dieron una vuelta al ruedo tras el cierre con una monumental media de
Rafael.
Relincharon los caballos
Silencio en el Volapie
Callaron eco y guitarra
Y floreció un lazo negro
En el capote de Paula
"Ay Fernando Terremoto, cómo lloran las bodegas", estribillo.
Francisco de Asís Palacios Ortega, "El Pali"
Así, y como no puedo estar más tiempo con
vosotros, os dejo un vídeo en homenaje al arte del gitano de Jerez, y vuelvo al
recurso de apelación.
Le brindo el presente blog, que acabo de crear,
"TOROS 2.0", a mi tío Don Pedro Salado, al que dedico mi más emotivo
recuerdo. Poco a poco iremos publicando en la medida de lo posible, nuevas
historias. !Va por ustedes!
Diego Jesús Romero Salado
Abogado y Graduado Social
Copyright (©)
Diego Jesús Romero
Salado
Todos los derechos reservados.
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